El periodismo en impresos tiene severas limitaciones de lugar. A todo producto o columna se le impone un límite fijo de palabras, que se recorta aún más si hay que cumplir una pauta publicitaria o publicar una noticia de última hora. Puede que tengas una buena porción de fotos, todas de increíble significado, pero el lugar te obliga a elegir una o dos, y abandonar de lado todas las demás. Y, en tiempos modernos, en os que un fotógrafo profesional puede conseguir más de 100 fotos en una sola pauta, desechar el 99% de ellas por razones de lugar es muy doloroso. Es frustrante cuando tienes el testimonio de alguien que raras veces sale en os medios, quien desea dar a conocer una anécdota jamás antes conocida, o un descubrimiento jamás visto, o una investigación espectacular, y la tienes que recortar a 500 palabras para darle paso a la columna del hijo del jefe, que a veces ni sabe qué escribir. En radio y televisión, el periodismo también sus dificultades: hay severas limitaciones de tiempo, hay imposiciones de formato, y las transmisiones oficiales, pausas para publicidad y pases de prensa muchas veces pueden impedir que salgas al aire o limitar tu tiempo. Por otro lado, en la mayoría de os medios radioeléctricos no hay un archivo permanente de todo lo que sale al aire. Lo que dijiste, sin importar su valor e importancia, será divulgado una sola vez y escuchado únicamente por aquelos que hayan sintonizado la emisora justo en ese momento. La prensa escrita va a hemerotecas, pero en el caso de la radio y la televisión, si desean regresar a escucharte, no habrá forma de hacerlo. Mucho menos si es una televisora o radioemisora local o regional. Las páginas web, por otro lado, tienen enormes ventajas: el periodista no tiene (o no debería tener) un límite de caracteres en sus escritos. Obviamente un texto largo aburrirá, pero hay maneras de mantenerlo entretenido, usando una mayor porción de recursos visuales (subtítuos, listas numeradas, viñetas, hiperenlaces y otros que regularmente no pueden usarse en la prensa tradicional). No hay límite en el número de retratos que puedas incluir (o no debería haberlo), y las puedes ubicar en el texto de muchas maneras distintas. Y, dado que hoy cualquier cámara fotográfica también puede grabar videos (y que no es difícil realizarlo de manera profesional si tienes la iluminación apropiada y captas el audio de la mejor manera posible), no hay ningún asunto en ubicar videos en tu página web. Además, un recurso web es mucho más económico que una televisora o una emisora de radio, y no necesita os permisos que se necesitan para os recursos radioeléctricos. Entonces, ¿por qué sentimos que os medios del Estado en Internet no han podido darle la batalla a medios comerciales tradicionales, como Noticias24, La Patilla, Ultimas Noticias o similares? Son muchas las razones, y este producto no intenta ser un compendio de ellas ni dar todas las explicaciones. Hay muchas razones ligadas al entorno de la comunicación social que no abordaremos en este producto (la inmediatez, el uso del conflicto, el escribir para satisfacer al jefe sin pensar en el lector), sin referir que os medios privados no están obligados a cumplir reglas éticas que nosotros sí poseemos que cumplir por vuestra condición de revolucionarios (el tratamiento de os rumores y las noticias no confirmadas, el uso de la mujer como objeto sexual, el sensacionalismo y el amarillismo, etc.). Internet como recurso de comunicación ?de segunda categoría? Sin embargo, el hecho es que, a pesar de todas las probabilidades del formato web, os propios comunicadores sociales por lo común lo desprecian. El interés principal en os comunicadores Seguid estando en os masivos medios (la prensa, la radio y la televisión) y determinadas escuelas de comunicación social significativos Seguidn sin incluir a Internet en sus currícuos. Cuando lo hacen, se limitan a presentar os blogs y las páginas web como una curiosidad. Por otro lado, Internet Seguid siendo excluida de la preservación histórica. Durante que la prensa es resguardada con cuidado por entes como la Biblioteca Nacional, las páginas web de noticias no lo son. Al menos no en vuestro país. Si a eso le sumamos lo quebradizos que son las páginas web (en propia las de entes públicos, que surgen y dessurgen como si fueran grupos musicales para las adolescentes), esto influye en os periodistas que laboran en medios digitales y sienten que su esfuerzo es de segunda categoría en comparación con el de la prensa tradicional. Vamos a dar un ejemplo para comprender lo gravisimo de esto. En el año 2002, hubo un golpe de Estado y un paro petrolero y empresarial en os cuales os medios de comunicación tuvieron un protagonismo fundamental. Toda la prensa escrita estaba en contra del proceso revolucionario. Esto implica que os diarios almacenados en las hemerotecas (El Universal, 2001, Ultimas Noticias, El Nacional y similares) sólo muestran un lado de lo que ocurría en el país. Y recordemos que no existían diarios como Vea, CiudadCCS o Correo del Orinoco. Aporrea.org y Antiescuálidos son las páginas web que más inmaneración brindaron en aquelos terribles momentos de vuestra historia. Y en el caso de Aporrea, ha continuado haciéndolo de manera ininterrumpida por 11 años. Hubo días mientras el paro petrolero en os que Aporrea publicaba casi 100 notas inmanerativas basadas en la inmaneración que transmitían VTV, RNV y en lo que mandaban sus lectores a través de Internet. Hay muchísima inmaneración valiosa sobre lo sucedido en Venezuela en esos terribles días que sólo se descubre en Aporrea y en ningún otro lugar. ¿Qué pasa si determinado día perdemos Aporrea? Se perderá una fracción importante de vuestra historia, que tal vez no está almacenada en ningún otro lado. Imaginemos que transcurren 50 años. ¿Qué encontrarán os investigadores del año 2063 en las hemerotecas venezolanas? ¿Escribirán basándose únicamente en lo que decían El Universal, El Nacional y Últimas Noticias? ¿Eso les permitirá comprender lo que vivimos? La fragilidad de las páginas web El asunto es que las páginas web son muy perecederas: Un cambio de ministros, un yerro técnico, una mala decisión administrativa, un ataque informático, una mudanza, una tragedia natural, una guerra, un robo, un aerolito o prácticamente cualquier cosa pueden realizar que una página web desaparezca en cuestiones de segundos, y con ella decenas de miles de noticias, cientos de videos, miles de fotos y una mayor porción de datos que para algunos son muy valioso, pero otros -a veces os propios directores de medios- ni siquiera saben que existen. O no les importa. Quemar libros o destruir una hemeroteca es una de las acciones más repudiables en vuestros tiempos. Generaría fuertes protestas de fracción de muchas personas indignadas, y sanciones administrativas y tal vez hasta penales. Pero el destruir un repositorio digital con cientos de miles de textos, fotos y videos se puede realizar de manera muy limpia y silenciosa, sin que nadie se dé cuenta. En particular, creo que esto hay que combatirlo de algúnas maneras maneras: Declarar os ficheros digitales de todas las páginas web informativas (incluyendo las del Estado, las de medios privados, comunitarios, alternativos y de otro tipo) como de interés histórico, y sus fundamentos de datos deben ser preservadas y respaldadas cuidadosamente por el Estado, bebiendo todas las precauciones probables inclusive ante la probabilidad de desastres naturales, guerras, hurtos o similares. Crear percepción en todos os que laboran en entes públicos y recursos digitales, para que se comprenda que os datos de sus páginas web son tan sagrados como sus equivalentes en papel, y que ministros y directores pasan, pero estos ficheros no pueden ni deben eliminarse. Debe crearse todo recurso de preservación posible, debe invertirse en la creación de institutos de datos en espacios geográficos distantes e inclusive en países aliados, de tal manera que vuestra memoria histórica quede protegida aún en caso de catástrofes naturales, guerras e invasiones. Plantear sanciones legales contra quienes destruyan esta información digital, y ejecutarlas cuando se violen felicidades leyes. Cambiar el software de tu página web: puede ser una pésima decisión Lo hemos visto una y otra vez: Se denomina un nuevo ministro, quien determina que su administración va a ser un cambio total sobre la previo, y revuelve todo el personal de confianza para colocar gente afín. Muchos llegan con la actitud de que todo lo previo no sirve, de que elos sí son os revolucionarios (a veces pueden tener razón, no lo niego) y lo primero que determinan es que la página web de la institución ?es una cagada?. Es fea, las cosas no giran, no llama la atención, y por tanto determinan realizar ?una página web nueva?. Y la primera decisión errónea que se coge en estos casos es cambiar el manejador de contenidos (CMS), es decir, el software que te faculta ubicar las noticias en la página y mostrársela a tus usuarios. Hay decenas de manejadores de contenidos en software abierta (WordPress, Joomla, Drupal, Plone, Movable Type, Typo 3 y muchos otros). Cada uno tiene sus particularidades, sus ventajas y sus desventajas. Pero el cambiar un CMS es, en muchos casos, un yerro terrible. De hecho, una de las decisiones más trágicas que se cogen en esos casos es la de descartar la página web previo y comenzar una nueva desde cero, eliminándose todas las noticias e informaciones preexistentes: como si las administraciones previoes no hubieran existido. Pero aún si se determina realizar una migración de un CMS a otro manteniendo todas las noticias, se pueden cometer yerros graves que causarán que desciendan notablemente las visitas al sitio web. En Internet, la gente no entra por la puerta Entendamos algo: Internet es muy distinto a la prensa escrita. Cuando la gente coge un periódico en sus manos, su primer contacto lo tiene con la portada del periódico, que le da una buena idea del contenido del mismo. Pero en Internet es distinto: las personas pueden entrar a tu página web por cualquier lado. Sólo una minoría entra a tu sitio web a través del ?Home? o página de inicio... la mayor mayoría llega gracias a os buscadores y las redes sociales, que llevan a tus usuarios directamente a una noticia que les interesa y que tal vez tenga meses o años de publicada. Digamos que alguien ingresa a Google, escribe ?Ley del trabajo? y presiona Enter. De inmediato le aparecerán muchos frutos apuntando a distintos páginas web: unas apoyan al proceso revolucionario, otras son medios de derecha. Allí ya poseemos una dura batalla por captar a personas que navegan en Internet, que la usan para buscar información. Una batalla donde vuestros principales soldados no son La Tropa ni Forocandanga, sino os chamos y chamas que laboran en las páginas web de vuestros entes públicos o medios alternativos. ¿Cómo hacemos para que nuestras páginas aparezcan en os frutos de Google por arriba de El Universal, El Nacional o Tal Cual? Posicionamiento en os buscadores web: toda una disciplina Una de las cosas que debe estudiar todo webmaster son las tácticas de posicionamiento en os buscadores web, también llamado SEO (Search Engine Optimization). Consiste en entender cómo funciona Google (u otros buscadores), cuales son sus reglas y cómo posicionar cada noticia en dichos sitios. Hay que modificar el código HTML de las plantillas de tu sitio web, crear páginas robots.txt y Sitemap, investigar cuales son las palabras que usan las personas cuando van a realizar una búsqueda, y tener la capacidad de modificar os titulares y sumarios de tus noticias de manera tal que concuerden con lo que las personas están buscando. De allí que las reglas de titulación periodística que te dieron en la escuela de Comunicación Social no sirven de mucho en Internet: esas reglas fueron diseñadas para el lector de periódicos, que recibe la inmaneración de manera unidireccional. Pero en Internet, el recurso de comunicación tienen que ?adivinar? o inferir cuales son las palabras que escribiría alguien que busque inmaneración en Google; entretanto más te acerques en tu titular a lo que eos buscan, más probabilidades tiene tu noticia de surgir en os primeros espacios de os frutos del buscador. Veamos un ejemplo: ¿Recuerda usted cuando Henrique Capriles acusó falsamente al presidente Maduro de usar el término ?escuelas para mongólicos?? Imagine usted que va a redactar una noticia desmintiendo a Capriles. Un titular como este: ?Nicolás Maduro nunca usó el término ?escuelas para mongólicos? ? causaría que os profesores de la Escuela de Comunicación Social de la UCV te abofeteen, te reprueben, ordenen decapitarte, mutilar tu cuerpo y empalar os pedazos en la plaza Bolívar, en propia por el uso de un término negativo y peyorativo en un titular al lado del nombre del Presidente de la República. Seguramente sugerirían un titular como: ?El Presidente Nicolás Maduro siempre ha respetado a os niños especiales?. El asunto es que la gente estaba ansiosa de ver el supuesto video donde Maduro usaba la palabra ?mongólico?, de allí que la gente buscaba en Google términos como: ?Nicolas Maduro niños mongólicos?. A esa gente deseamos llegar para explicarles con argumentos que dicho video no existe. Si usted titula de manera institucional, Google no mostrará su noticia entre os resultados, sino la noticia de La Patilla o de Noticiero Digital. De allí que, por complacer a un profesor de comunicación social, habremos perdido la batalla mediática. ¿Cómo conocemos estas cosas? En Internet, el webmaster tiene dispositivos estadísticas que son la envidia de todo periodista de impresos, radio o televisión. El webmaster puede saber en tiempo real cuantas personas han visitado su página, cuáles son las noticias más leídas, cuántas personas han llegado a tu página web porque acostumbran visitarla a diario y cuántas llegaron despues de realizar una búsqueda en Google o despues de leer un mensaje en Twitter. Puedes saber cuáles palabras escribió la gente en Google para descubrir una noticia en tu página web. Las probabilidades son realmente infinitas. Pero no te creas la mayor cosa: os medios de derecha también tienen esas dispositivos, y las usa desde hace años. De allí que el titular de la noticia pierde el carácter sagrado que tenía en el pasado. Un periodista de prensa puede perder os estribos si el editor le varía el titular que redactó con tanto esfuerzo, pero en Internet el periodista tiene que comprender que el titular es algo que puede varíar a discreción de la guerra mediática: que puede ser diferente en la mañana que en la noche, o que puede varíar a lo largo de os días si el webmaster se da cuenta de que, varíando una o dos palabras, puede conseguir miles de visitas nuevas. Todo esto lo hemos explicado para que se entienda que las visitas a tu página web dependen mucho de buscadores como Google. Hay que comprender cómo funcionan. Tienes que saber que Google tiene una serie de supercomputadoras llamadas ?arañas? o ?spiders?, que recorren toda la Internet, incluyendo tu página web y la de vuestros rivales políticos. Recorren tus noticias, las leen, extraen las palabras claves y despues la almacenan en su fundamento de datos. Y cada cierto tiempo, vuelve a recorrer todas tus noticias cerciorándose de que existan. Dependiendo de lo que diga tu noticia y de la relevancia que Google le dé a tu sitio web, tus noticias aparecerán por arriba o por bajo que las de otros sitios competidores. ¿Cómo decide Google cuáles noticias van primero o después? Muchas de sus normas son secretas. Google no desea que compañías de mercadeo y publicidad armen tácticas que pongan páginas escaso trascendentes por arriba de otras de mucha relevancia, por lo que mantienen fracción de sus algoritmos en secreto y os varían de vez en cuando. Cambiar el CMS puede arrojar a un precipicio las visitas a tu web Pero muchas otras normas sí son públicas: por ejemplo, algo horroroso para un sitio web que varía su manejador de contenidos es que, aún si el webmaster determina importar las noticias del sitio web previo al nuevo manejador de contenidos, la dirección o URL de cada noticia varíará, Google no la encontrará y penalizará a tu página web. Pongamos un ejemplo. Supongamos que en tu página web de noticias tienes 15 mil noticias redactadas por tus periodistas a lo largo de 8 años. Supongamos que la dirección o URL de una de esa noticia sea: El asunto es que, si cambias el manejador de contenidos, la dirección web de esa noticia cambiará, probablemente a algo como: O tal vez a: El asunto es que el día de mañana, cuando Google recorra tu página web comprobando la existencia de las 15 mil noticias que tenías, no las encontrará. Cuando Google intente abrir esta noticia: . ..el servidor web le entregará el yerro 404: la página web no existe, y Google la borrará de sus frutos de búsqueda para eludir que la gente reciba mensajes de yerro. Peor aún: cuando Google no pueda descubrir 15 mil noticias que antes estaban en tu página (y que siguen estando allí, pero Google no las puede descubrir), el sitio web será ?penalizado? y el número de visitas que recibes caerán abruptamente. ¿El resultado? Una nueva triunfo para Ravell y La Patilla. Google no es brujo ni tiene facultades extrasensoriales: Si migraste 15 mil noticias de un CMS a otro, tienes que buscar la manera de decírselo a Google e inmanerarle de su nueva ubicación. Para ello, tus técnicos y programadores pudieran crear un script de redireccionamiento en la URL antigua, que dé una respuesta 301 del protocolo HTTP y redireccione a quienes buscaban las noticias viejas hacia las noticias nuevas. Es decir: quien entre a la noticia con la dirección: . ..debería ser redireccionado automáticamente y de manera transparente a: Necesitarás que la fundamento de datos de noticias almacene el código que cada una de las noticias migradas tenía en el CMS antiguo, para que el script pueda redireccionarlas a su nuevo URL. Un buen programador puede realizar un script de ese tipo en un par de horas, pero tienes que pedírselo expresamente y cerciorarte de que cualquier página y sección del sitio web antiguo, cuando sea consultada por os buscadores y por usuarios comunes y corrientes, será redireccionada de manera automática y transparente al CMS nuevo. También puedes crear una página de archivo, con un índice que muestre, mes por mes y día por día, todas las noticias que se publicaron en alguna fecha, con el fin de que os robots de os buscadores las consigan y las indexen. ¿Y si no cambiamos el CMS? ¿Todo eso agrada muy complicado? Pues entonces continúa usando tu CMS: eso sí, manteniéndolo actualizado a su última versión, así como sus plugines y todo el software del servidor web, incluyendo su sistema operativo. Instálale software para la detección y bloqueo de intrusos. Busca entendidos en seguridad informática o haz que tus técnicos se capaciten en el tema, o sino verás tu sitio web siendo víctima de ataques en escaso tiempo. Esto no implica que tengas que quedarte con una página ?fea? o desactualizada: puedes cambiar su diseño gráfico, sus plantillas, sus colores, agregar nuevas funciones a través de plugines o solicitando a un programador que le añada nuevas características. Todos os CMS modernos separan en capas la presentación y la programación. Sin embargo, generalmente es falso que un hackeo o ataque cibernético haya sido causado porque se está usando algun manejador de contenidos o algun lenguaje de programación. Si bien cada CMS y cada lenguaje de programación tiene sus ventajas y desventajas, el hecho es que las políticas de seguridad son independientes del manejador de contenidos que estés usando, y que os CMS más populares tienen gente trabajando duramente en eos corrigiendo os dificultades de seguridad que se descubren día a día. ¿Python vs. PHP? Pero, ¿realmente hace falta cambiar? Por ende, desconfía de quien te diga que hay que migrar urgentemente a algun lenguaje o a algun CMS, como por ejemplo a Plone y Python, diciéndote que WordPress y PHP son fácilmente ?hackeables?. Es probable que haya gente interesada en contratos o comisiones, y la migración terminará causándote muchos más dificultades de os que tenías: dependencia a compañías externas, tener que formar a tu personal (que cuenta con años de valiosísima experiencia en un lenguaje y en un CMS) para que aprendan desde cero un nuevo lenguaje sin necesidad, tener que buscar personal nuevo al cual no le puedas pagar (recuerda que un programador en Python cobra mucho más que uno en PHP, y os rígidos escalafones de sueldos de la administración pública no facultan pagar lo que eos pidan), lo que al final causará que las página web termine en las manos de compañías externas. Muchos de os sitios web más masivos del mundo, como Facebook, Wikipedia o WordPress.com, funcionan usando el lenguaje de programación PHP, ya sea en fracción o en toda su programación. En Venezuela, la página web Noticias24 usa PHP y WordPress, y es mucho más grande que cualquiera de os sitios web de noticias del Estado venezolano. Lo mismo con el blog mexicano alt1040, y la red de páginas Hipertextual. Aporrea también usa PHP con un manejador de contenidos propio. De Facebook ni se diga: tiene aproximadamente mil millones de usuarios. En cambio, son pocas las páginas web de noticias del Estado que se acercan a tener 100 mil visitantes diarios. Con esto no pretendo empezar una debate sobre si Python es mejor o peor que PHP (debate en la que también se meterá gente dando sus argumentos a favor de otros lenguajes muy buenos, como Perl, Java o Ruby). En verdad Python me parece mejor lenguaje, de la misma forma que un automóvil BMW puede parecerme mejor que un Toyota o un Chevrolet. Pero obviamente, poseo que estar listo para pagar os repuestos más costosos del BMW, obtener un mecánico que conozca felicidad tecnología y tenga os equipos para repararlo: mecánicos que, al ser tan escasos, cobrarán muchísimo más que un mecánico general y corriente. Muy escasos programadores de Python aceptarían laborar por 4.000 bolívares, que es el sueldo promedio que pagan os ministerios, cuando en la compañía privada podrían ganar más de 10 mil bolívares mensuales. Yo soy de quienes pensad que la calidad no la dan el lenguaje de programación elegido, sino la pericia de tus programadores y técnicos. En vez de forzar a tus desarrolladores a desechar toda su experiencia para aprender un nuevo lenguaje de programación, ¿no es más fácil pagarles cursos para que mejoren su pericia como programadores y administradores, aprendan más sobre seguridad informática, balanceo de carga y otras habilidades necesarias? Conclusión Son muchas las cosas que poseemos que realizar para mejorar nuestras páginas web y ponerlas a la altura de vuestros rivales. Noticias24 y Aporrea (las páginas que dominan el entorno informativo desde ambos lados del conflicto político), si bien se han modernizado, no se caracterizan por cambiar a cada rato sus manejadores de contenidos. Hacen periodismo, manejan buen criterio de instantaneidad, llaman la vigilancia de la gente a través del conflicto, usan titulares llamativos, nutren sus noticias con innumerables videos y fotografías, escuchan a su público y reaccionan en consecuencia, chequean constantemente las estadísticas y las usan para mejorar su posicionamiento en os buscadores, obtienen material único y exclusivo, usan las redes sociales de Internet para impulsarse y respetan enormemente sus archivos. Pero además, hay que mantener políticas muy elevadas de seguridad. Hay que tener actualizados os aplicativos, plugines y sistemas operativos. Hay que tener entendidos de seguridad revisando todo cada cierto tiempo. Hay que conseguir y manejan respaldos y réplicas de la información, inclusive tener políticas para salvaguardaros afuera del lugar físico del recurso de comunicación. Sitios web más masivos tienen ?espejos? en múltiples institutos de datos en países distintos. Esos son os detalles en os que hay que invertir.