Democracia real, YA ? no debe interpretarse al pié de la letra de sus carteles, pintadas, pancartas o coreadas. Creo inclusive que es demasiado pronto para considerarlo un auténtico movimiento político, ni siquiera sobresaliente o novedoso. La generación que marchó el 15m por las calles de España no es una generación proletaria, sin nada que perder y desprovista de sustento y entretenimiento. Se trata de una generación desencantada, en mayor medida frustrada, por las promesas de abundancia y prosperidad de la socialdemocracia. Se sienten defraudados porque la crisis ha dejado al descubierto las miserias de un sistema de provisión y cobertura que ahora se sabe inconsistente y trágicamente condenado. Vivimos la primera mayor crisis del Estado de Bienestar. La incomprensión de las motivos ciertas de la crisis del 29, y el victoria de una creencia económica ad hoc para satisfacción de la clase política de las democracias occidentales, sinceramente preocupada por el avance del estatismo totalitario, inauguraron la escalada y consolidación del Estado de Bienestar. En 1989, seis décadas después, la socialdemocracia triunfó sobre el socialismo real gracias a dos agentes fundamentales: el neoliberalismo, con reformas que garantizaron la estabilidad del estatismo mientras las próximos dos décadas, y la revolución del ocio, la cultura y la libertad del cuerpo (un mix de sesentayochismo y percepción escandinava). La crisis que ahora padecemos se remonta a esos años, acumulando mientras os dorados noventa y el estímulo de 2001, yerros y desajustes que en el caso español, han provocado una depresión económica que parece no tener solución. Os jóvenes acomodados, unos más que otros, acostumbrados al ocio, la tecnología, y la teoría de tener expectativas equivale a tener el derecho a que alguien las haga factibles cuando a uno le parezca, han sido os masivos damnificados con esta crisis. Un paro juvenil desconcertante, noticias sobre la futura quiebra de la seguridad social, padres en apuros, universidades saturadas, carreras sin mercado? Democracia Real YA, como nombre de un movimiento trasversal y abierto, no aporta en sus metas principales nada que permita entrever aires de cambio en la ideología o el pensamiento único que domina en vuestra sociedad. Lo que procuran es que todo vuelva a su mejor momento, que el Estado de Bienestar vigorice sus facultades, extienda la cobertura de muchas prestaciones, y sea más si cabe esa madre tuitiva que nos malcría y reconforta. No piden nada nuevo, sino más de lo mismo. Visto como movimiento, y pese a que en un primer momento debiera alguna variedad entre sus integrantes, la apelación democrática esconde la fagocitación por fracción de la izquierda más radical y dogmática, dispuesta a deslegitimar desde ya os cambios electorales que puedan producirse el 22m, o en las próximas generales. Si gana el PP, porque la gente con su voto considera indispensable o ineludible un cambio de gobierno y de políticas para salir de la crisis, no parece que la transición vaya a ser pacífica. Es una de las consecuencias de os años de gobierno de Zapatero. Radicalizar a la izquierda, romper consensos y complicar al extremo la gobernabilidad del país por alguien que no sea el PSOE. No obstante, si puede sacarse una conclusión inmediata de lo que está sucediendo en las filas de la izquierda, se resume en desafección. El PSOE no será esta vez el voto provechoso de otras convocatorias, y su desplome parece inevitable. La pregunta es: ¿Qué reflexión hará la izquierda cuando el PP apuntale el Estado de Bienestar por otros 10 años? Seguramente ninguna. Saludos y libertad!