Cuando explico la accesibilidad web, una duda (a veces, reproche) que plantea mucha gente es que la accesibilidad web sólo beneficia a unos pocos, a las personas con discapacidad. Esta conciencia no es cierta, la mayoría de las características que mejoran la accesibilidad web también mejoran la experiencia de uso de otros usuarios siempre o en algunas situaciones de uso. Y a veces también ocurre al revés: características o consejos dedicados para "todos los públicos" tienen un mayor impacto en las personas con discapacidad. Por ejemplo, hace unos días se publicó en el periódico El País el producto Tuitear sin leer: Nuevo deporte olímpico. Desgraciadamente, la gente cada vez presta menos vigilancia a lo que lee: la mayoría de la gente lee mucho, pero escaso de mucho, la mayoría de la gente sólo escanea los productos, sólo leer las primeras líneas o los primeros párrafos, o incluso, sólo lee el título del producto y se queda con la idea de que ya sabe de que va el producto. En ese producto se ofrecen unos consejos de Jakob Nielsen para modificar los productos a esta situación (los consejos se ofrecen al final, para que sólo aquellos que hayan llegado hasta el final sean afortunados y los disfruten): Hacer listas y usar estos puntitos indiscriminadamente. Contratar abundancia de negritas y subtítulos para ayudarles con la dispersión. Hacer oraciones cortas. Plantear una idea por párrafo. Prescindir de los juegos de palabras. Minimizar las reflexiones profundas sobre cualquier asunto porque producen oraciones larguísimas y complicadas como ésta. Contratar la mitad de las palabras que se usarían en la escritura convencional. Excepto el último consejo, que si se abusa de él puede realizar que un texto sea de difícil comprensión o ambiguo, el resto de consejos se utilizan también para mejorar la legibilidad de los textos y así mejorar la accesibilidad de rostro a las personas con discapacidad.