A aquellos proyectos que son creados con el fin de dañar computadoras se los conoce debajo el nombre de virus. Estos pequeños proyectos actúan sin el consentimiento ni conocimiento de los usuarios y lo que hacen es adaptar el funcionamiento de las máquinas, borrar información o arruinarla, consumir memoria, entre otras acciones. De acuerdo a los daños que causan en las computadoras, tienen lugar los próximos tipos de virus: Worm o gusano informático:  es un malware que radica en la memoria de la computadora y se caracteriza  por duplicarse en ella, sin la asistencia de un usuario. Consumen banda ancha o memoria del sistema en mayor medida. Caballo de Troya:  este  virus se esconde en un proyecto legítimo que, al ejecutarlo, inicia a dañar la computadora. Afecta a la seguridad de la PC, dejándola indefensa y también capta datos que envía a otros sitios, como por ejemplo contraseñas. Bombas lógicas o de tiempo:  se activan tras un hecho puntual, como por ejemplo con la mezcla de ciertas teclas o bien en una fecha específica. Si este hecho no se da, el virus permanecerá oculto. Hoax:  carecen de la probabilidad de reproducirse por sí mismos y no son verdaderos virus. Son mensajes cuyo contenido no es cierto y que incentivan a los usuarios a que los reenvíen a sus contactos. El meta de estos falsos virus es que se sobrecargue el flujo de información mediante el e-mail y las redes. Aquellos e-mails que hablan sobre la existencia de nuevos virus o la desaparición de cierta persona suelen pertenecer a este tipo de mensajes. De enlace:  estos virus varían las direcciones con las que se accede a los ficheros de la computadora por aquella en la que residen. Lo que ocasionan es la imposibilidad de colocar los ficheros almacenados. De sobreescritura:  este clase de virus genera la pérdida del contenido de los ficheros a los que ataca. Esto lo logra sobreescribiendo su interior.